jueves, 10 de marzo de 2011

Muchas veces me dijeron que me pongo mucho en el lugar de los demás, que siento lo que siente el otro y que puedo llegar a creer que me está pasando a mi.  Ahora... mi planteo es este: ¿Eso es bueno o malo? ¿Será que soy muy sensible con todo lo que me pasa alrrededor? Cada vez voy perdiendo más la fe y dandome cuenta de que no puedo hacer ciertas cosas, y que soy yo, como otras personas más... ''gente limitada''. No tengo suficiente conocimiento, tampoco sé mucho de la vida en si... creo que todavia me falta. Pero las ganas ESTÁN, las ganas de ayudar al otro ESTÁN, lamentablemente esas ganas van disminuyendo con el tiempo, mientras uno va creciendo deja de tener ciertas esperanzas, para mi es que es por eso que la gente envejece, se llena de odio, se agrietan sus pomulos, su cuerpo responde a su voluntad para soñar , sus caras se van arrugando hasta transformarse en mounstros sin sentimiento alguno, su pelo deja de tener ese color vivo que solía tener porque se apega a los pasos que uno da en la vida, que ya son pocos. 

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